CAM SA y la conservación del Patrimonio Urbano Arquitectónico

La conservación – renovación del Patrimonio urbano arquitectónico es una actitud de cuidado y respeto de los hechos producidos en el pasado, que constituyen parte del paisaje actual.

Si consideramos que PATRIMONIO ARQUITECTONICO son aquellos bienes que forman parte del paisaje de nuestras ciudades y que con su imagen narran la historia de una cultura ayudando a mantener viva la memoria colectiva, es posible considerar que todo aquel aspecto del entorno que permita al habitante identificarse con su íntima comunidad, posee valor patrimonial.

Este valor no solo reside en el pasado, sino que “patrimonio” es lo que poseemos, y debemos salvaguardar en la construcción de nuestro futuro.

En este sentido es importante comprender que en la compleja realidad de una ciudad se hace necesario intervenir en ella con el respeto necesario para atenuar los desfasajes que se producen entre las estructuras físicas heredadas y los requerimientos actuales.

Valorar e intervenir con respeto, significa preservar y legislar tanto aquellas obras y entornos de alto valor simbólico, histórico, estético, como también aquellos edificios o conjuntos que sin ser monumentales representa un hito en la memoria social. Así se presentan y descubren ciertas imágenes urbanas, espacios públicos o ambientes creados por el modo de ocupación de los sitios o de la utilización de la vegetación.

Desde este punto de vista se debe comprender que la intervención en la ciudad requiere una respetuosa observación y comprensión de los valores a asumir y a partir de ellos generar múltiples tipos de acciones en función del valor reconocido.

En relación al valor se reconocen diversos grados de protección y en función de ellos diferentes tipos de intervenciones: conservación, preservación, restauración, renovación, integración, revitalización, dialogo entre lo existente y lo nuevo. Las acciones de renovación deben intentar el delicado equilibrio entre la memoria del pasado y el proyecto del futuro, a partir de una silenciosa observación y compresión de los valores que porta el bien, como tarea inicial que potencie una cuidadosa acción proyectual, para lograr el equilibrio entre la permanencia y el cambio en la transformación de la ciudad.

En el ámbito local, y atendiendo las reglamentaciones vigentes referidas a zonificación y factor de ocupación del suelo, encontramos el compromiso asumido por la Constructora CAM SA, donde se demuestra la conjunción de todos estos valores en un claro ejemplo como el edificio CAM 30 Torre Mitre ubicado en la intersección de Boulevard Gálvez y Mitre, donde se pone de manifiesto la revaloración de una estructura edilicia con valor patrimonial junto a un nuevo emprendimiento constructivo.

De esta manera se crea un diálogo íntimo entre ambas arquitecturas donde prevalece el respeto de la imagen moderna hacia el ejemplo impuesto por la elegancia de una fachada antigua.