Garantía de Post-Venta
Realizar una inversión inmobiliaria, conjuga una serie de aspectos en las que cada una de ellas juega un rol preponderante, pero existen algunas que definen si la compra fue realizada por impulso o no.

En la adquisición de las unidades a estrenar aparece una característica fundamental que respalda muchas veces estas decisiones y se halla en el “Servicio de Post-Venta”. Este es un punto que la mayoría de las personas suele descuidar, ya que enfocan la inversión solo desde el punto de vista del monto a invertir y se olvidan de la importancia de contar con la ventaja de una verdadera garantía.

En CAM siempre lo entendimos de esta manera, y nos preocupamos por mejorar nuestros servicios desde que llega el cliente a la empresa y hasta el momento que disfruta de su propiedad. Es por ello que nuestras unidades no solo han sido diseñadas y construidas respetando los más altos estándares de calidad y seguridad, sino que además contamos con un departamento de mantenimiento compuesto por personal idóneo para atender cada una de las necesidades que se requieran.

CAM le brinda la posibilidad de gozar de un verdadero servicio de Post-Venta durante tres años, contados a partir del momento de la entrega de las unidades. Para ello, la atención eficiente depende fundamentalmente de la detección y reducción en tiempo y forma de los eventuales problemas.

Su llamado nos ayuda a resolverlos en forma inmediata.




DECORACION
Vestidores y placares


Facilitan el orden, complementan el resto de los armarios y evitan los engorrosos cambios de temporada.

Delicias de fashion victimas y fanáticos del orden, los vestidores y placares son, además, un área clave en lo que hace al aspecto del dormitorio. En la actualidad, hay opciones para todos los gustos y necesidades, aunque los diseños funcionales y con una importante carga estética suman adeptos. Pero atención: un vestidor no es un placard grande y, así como se hace con cada ambiente de la casa, hay que tomarse el tiempo necesario para planificarlo correctamente. A continuación, las claves para tener un vestidor atractivo, práctico y versátil.

¿Por dónde empezar? ¿Qué comodidades necesito para vestirme? ¿Con qué recursos cuento?

La ubicación lógica será lo más cerca posible del dormitorio. De acuerdo con la necesidad y el gusto, se puede optar entre madera enchapada, lustrada o patinada; fibrofácil laqueado en varios colores, o melamina, que también ofrece una amplia gama de tonalidades. Lo más caro y perdurable es la madera maciza, una elección ideal si no hay a la vista mudanzas o cambios en la estructura familiar. El cerezo garantiza resistencia y el cedro repele insectos. El pino y el abeto, por su parte, son las alternativas más económicas.

Para establecer la ubicación de cada prenda se debe considerar su frecuencia de uso, así como su peso y volumen. Siguiendo esta pauta, la parte central del vestidor debería destinarse a la ropa que más se utiliza, por ejemplo, trajes, remeras, sweaters. En oposición, el segmento superior, de acceso más difícil, puede aprovecharse para valijas, acolchados y abrigos, que se utilizan menos y ocupan más lugar. Lo ideal es reservar la zona más baja para un estante inclinado para los zapatos.

Si hay lugar, las puertas plegables son una elección costosa pero muy provechosa, ya que permiten ver prácticamente todo el interior de una vez. Las tradicionales puertas de abrir son económicas y se resuelven fácilmente con la madera al tono del mueble. La única contra es que su ángulo de apertura ocupa entre 50 y 70 centímetros. Los prolijos se suman a la tendencia de dejar el armario sin puertas. De modo que los colores de las prendas se incorporen en la estética de la habitación.

El diseño más tradicional es el que enfrenta el sector del hombre y el de la mujer. Cuando las dimensiones lo permiten, incluso pueden destinarse dos espacios separados para cada uno, o crear en un ambiente único todas las combinaciones posibles. Para singles, el diseño puede ser en U o en L, siendo este último el más popular porque aprovecha al máximo la esquina y ofrece gran capacidad de almacenamiento dejando espacio suficiente para moverse y vestirse con comodidad, principalmente en habitaciones estrechas y alargadas. Los vestidores tipo U sin piso y sin fondo son, igualmente, una opción práctica pero de menor costo.

La luz es un punto esencial que extrañamente suele dejarse para el final. Una correcta iluminación permite localizar las prendas más rápidamente pero, además, es importante por tratarse del lugar dónde uno decide qué ponerse. De todas las opciones, la mejor son los focos halógenos empotrados en el perímetro del techo, complementados con barras interiores equipadas con luz fría, que no estropea la ropa. Si se trata de un vestidor tipo armario, puede bastar con la luz natural o focos tradicionales. Otro aspecto al que debería prestarse más atención, por la sencilla razón de que lo habitual es estar descalzo mientras uno decide que ponerse, es el piso. Los de madera (oscura, teñida o pintada), y las moquettes (en color negro o chocolate), más agradables al tacto.

Si el armario va frente a la cama o en un lateral, conviene uno empotrado de 60 cm. de fondo. En los pasillos en la entrada del cuarto, o entre éste y el baño, se puede instalar un frente de armarios a medida; y si su ancho supera el metro y medio, dos enfrentados. Otro truco es aprovechar la altura con dobles colgadores, o pensar en modulares con estructura de metal, que dan un toque moderno a bajo costo. En los vestidores, se ahorra mucho colocando menos cajones y más estantes, pero siempre dejando 30 cm. entre ellos para que la ropa quepa con comodidad.